Los jugadores del equipo portugués (Benfica) festejan la clasificación luego del pitazo final. |
TURÍN (EFE) .- Juventus no pudo superar el jueves a un Benfica (0-0) con inferioridad numérica y se quedó a las puertas de una soñada final de UEFA Europa League en su propia casa, tras un partido intenso sin goles en el que los de Antonio Conte fueron incapaces de romper la férrea defensa del equipo luso, que se medirá al Sevilla.
El partido de vuelta de estas semifinales de Liga Europa creció en intensidad conforme pasaban los minutos y durante su desarrollo llegaron a producirse tres expulsiones, dos del Benfica y una del Juventus (aunque un jugador de cada equipo lo fue desde el banquillo: Markovic, del Benfica, tras ser sustituido).
El técnico bianconero, Antonio Conte, pidió ayer que el Juventus Stadium se convirtiera en una olla a presión y su afición supo responder, a pesar de la lluvia caída desde el descanso.
Conte apostó por el tridente que tan buenos resultados le está proporcionando en la Primera División italiana, formado por el chileno Arturo Vidal, el español Fernando Llorente y el argentino Carlos Tevez.
Bajo las directrices de Jorge Jesús, el Benfica provocó numerosas situaciones de peligro en la meta italiana, sobre todo por las llegadas a puerta del brasileño Lima.
Pero la verdadera estrategia del conjunto portugués fue la construcción de un muro defensivo que paró los pies en incontables ocasiones a los juventinos, que a pesar de las intentonas, no llegaron a superarlo.
No obstante, el partido estuvo igualado durante gran parte del tiempo y no fue hasta la mitad de la segunda parte cuando la tensión aumentó.
Sobre todo después de la expulsión del central argentino Enzo Pérez, uno de los pilares del equipo visitante.
En el minuto 36 del segundo tiempo el balón entró en la portería lusa, gracias a un disparo del italoargentino Osvaldo, que reemplazó a Llorente en el césped. Sin embargo, el tanto fue rápidamente anulado, por fuera de juego del francés Paul Pogba.
En los últimos minutos del encuentro, un enfrentamiento entre el juventino Vucinic y el serbio Markovic, del Benfica, acabó con ambos expulsados, cuando los dos se encontraban en sus respectivos banquillos.
Mientras los portugueses se replegaban en su área para aumentar la fortaleza de su defensa, los de Turín lucharon incansablemente para atravesar las trincheras de su adversario, con nulo resultado.
Los de Conte, que dominan cómodamente la Primera División italiana, no lograron suavizar sus amargas eliminaciones en la fase de grupos de la Liga de Campeones por el Galatasaray y en la Copa Italia por el Roma, su incansable perseguidor en la liga.
Así pues, el Juventus dijo adiós a su final soñada en casa para hacerse con un trofeo que no pasa a formar parte del palmarés 'juventino' desde el año 1996.
Y es que el próximo 14 de mayo, el Juventus Stadium será el escenario de una final ibérica de Liga Europa, en la que se verán las caras el Benfica y el Sevilla.
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