El argentino Juan Carlos Ferreyra marcó el único tanto del partido. |
Los muchachos del Valle jugaron como en casa. El equipo de Repetto hoy demostró a lo largo de los 90 minutos que no le teme a nada ni a nadie, el resultado es desfavorable pero para nada merecido ante un Botafogo que no fue un rival que muestre superioridad en ningún tramo del encuentro. Independientese va con las manos vacías, pero nos llenó los ojos de fútbol y una demostración tremenda de pundonor.
Tres minutos pasaban de partido e Independiente sufrió un golpe que no pudo remontar. Juan Carlos Ferreyra, viejo conocido del fútbol ecuatoriano, se fue no más al área para cabecear en medio de los centrales sangolquileños y la mandó al fondo de las mallas sin que Librado Azcona pueda hacer demasiado. Vale decir que la jugada del gol arrancó con una clarísima falta contra Mario Pineida que el juez ignoró. En fin, el juego arrancaba mal.
Durante el trámite del primer tiempo, Independiente demostró que pudo encerrar a los brasileros con un trabajo superlativo de Jonathan González y Junior Sornoza que sitiaron a la defensa y mantuvieron en vilo a todo el Maracaná. Los “Rayados” del Valle de vez en cuando sintieron el rigor de jugadores como Wallyson y Lodeiro que se proyectaban con velocidad en un trámite que hacía parecer al equipo ecuatoriano como el dueño de casa.
El segundo tiempo no fue diferente. Las ideas y el ritmo lo puso el equipo ecuatoriano. El bombardeo fue constante contra el área brasilera y hasta se dieron el lujo de apenas recibir cuatro ataques locales en todo el complemento. Núñez, Guerrero, González, Sornoza y León metieron contra las cuerdas al “Fogao” que lucía realmente asustado, metido en su área y pidiendo tiempo. Independiente no mereció perder, el plantel de Repetto demostró que no vino a participar a la Copa Libertadores, que soñar es una opción.
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